domingo, 23 de marzo de 2008

Domingo de Resurrecion. En Madrid, Sevilla y Malaga.

Con muchas ganas los aficionados taurinos esperaban este Domingo de Resurrección que presentaba tres carteles muy llamatidos en las plazas de Las Ventas, La Maestranza de Sevilla y La Malagueta tiendo los siguientes resultados:

Sevilla: Con cartel de no hay billetes se han lidiado toros de Zalduendo, con fondo de mansedumbre, con un toro que se ha dejado más, el segundo, que ha tenido calidad y corta duración. El quinto se dejó pero yendo muy a menos. Enrique Ponce, silencio y silencio; El Cid, oreja y ovación; Alejandro Talavante, silencio en ambos

Madrid:Con tres cuartos de plaza se han lidiado toros de Puerto de San Lorenzo, bien presentados, serios y astifinos, deslucidos en conjunto, mansos y de poca raza. Julio Aparicio, ovación que recoge la cuadrilla; Morante de la Puebla, silencio tras aviso, silencio en el que mató por Aparicio y pitos; Miguel Ángel Perera, ovación tras dos avisos y palmas

Malaga: Lleno de no hay billetes. Se han lidiado toros de Jandilla para Manolo Sánchez, silencio y silencio; José Tomás, oreja y dos orejas y Cayetano, silencio y palmas.

lunes, 10 de marzo de 2008

Adios Maestro Humberto

El maestro Humberto Álvarez dejó de existir ayer 5 de Marzo de 2008 en horas de la noche entregando su alma al Señor.

Nuestro maestro que en su juventud fue novillero y vistió el terno de luces en plazas venezolanas apodándose con el nombre de “El Indio de Aragua”, desempeñó por más de treinta años la labor de conserje de la plaza de toros Román Eduardo Sandia de Mérida (Ven), a su persona agradecemos que las instalaciones de dicha plaza se conserven gracias a su esfuerzo, dedicación y amor a la fiesta brava, día a día cuidaba y limpiaba la plaza no le importó que fuera el mes de Junio o el mes de Septiembre, en cualquier mes del año siempre estuvo con la plaza, la cual el mismo nos decía que era su segundo hogar, en ella se sentía como en casa.

En el año de 1968 fundó la escuela taurina César Faraco llevando este nombre por la amistad y respeto que le tenía al Cóndor de los Andes. Muchos fueron los jóvenes que aprendimos de la mano del Maestro Humberto, algunos llegaron a ser novilleros y hasta matadores de toros, siempre el maestro estuvo allí ayudándonos en el difícil arte del torero, enseñándonos lo esencial y contándonos todas las tardes sus experiencias en este mundo, no queríamos que esas historias terminaran porque tan bien nos hablaba que queríamos llegar a ser matadores de toros.

El maestro que dejó de estar con nosotros físicamente se que desde arriba y con la presencia de Dios nos ilumina cada día y sus sabios consejos siempre los tendremos presentes, muchas serán las formas de recordarlo: Al salir un toro al ruedo con su divisa ondeando por el aire diré las divisas en esta plaza las ponía Humberto Álvarez, cuando escuche su pasodoble favorito “Puerta Grande” diré este fue el pasodoble de mi maestro al igual que la salve rosiera que era una de sus canciones favoritas.

Siempre le estaré agradecido por ser el primero en ponerme un capote y una muleta en mis manos y enseñarme a pegar esas verónicas, naturales y derechazos siempre tratando de mejorar y orgulloso estaré de decir hoy, mañana y siempre fui alumno del Maestro Humberto Álvarez.






Samuel Rivas Villamizar
6 de Marzo de 2008